Tuve guardada en un cajón una colección de cuadrados de 5 pulgadas (Charms) de Connecting Threads sin saber que hacer con ellos. Un dia me decidí combinarlos con tela blanca de algodón. Fue entonces que pude ponerme a jugar con las formas y los colores hasta encontrar un lugar cómodo donde pararme a coser.
El orden de los colores definitivamente afecta el producto. Ordenado o barajado los colores cambian. Juntos o separados los triángulos forman cuadrados, rombos o más triángulos.
Me gustó la idea de hacer una manta con cuadrados que esconden triángulos y colores que no "deberían" estar juntos que terminan conviviendo con armonía.
El final de la historia me gusta. El blanco es la clave que pega todo: triángulos, cuadrados y tiempo... mucho tiempo. No tengo aqui la foto del capitoneado que también llevó su maduración.
Al final no hice arquitectura sino agronomía. Y esa es otra historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario